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lunes, 5 de noviembre de 2007

Conclusión

El peruano Juan Pablo Viscardio y Guzmán (1748-1798) encontrándose en Francia entre 1782 y 1791 escribió su carta americanos, una de las obras del pensamiento libertario americano. Este documento es escrito aprovechando la inminencia del tercer centenario de la llegada de los europeos a tierras americanas y es una denuncia contundente a la política colonial española en América, donde realza al indio como parte principal de a cultura de estas tierras. Señala que el nuevo mundo:

"es nuestra patria, su historia es la nuestra, y en ella es que debemos examinar nuestra situación presente, para determinarnos, por ella, a tomar partido necesario a la conservación de nuestro derechos propios y de nuestros sucesores".

Un personaje de relevancia universal que daría continuidad a estos proyectos, seria el primer criollo que adquiere connotación mundial: Francisco de miranda, el precursor. Su amistad con los jesuitas expulsados de América le permitió adquirir un gran conocimiento de Hispanoamérica.

Seria Miranda el primero en concebir la independencia y la unidad hispanoamericana como algo inseparable; el logro de la primera debía estar inobjetablemente asociado a la segunda.

No es tarea fácil el realizar un estudio de los pensamientos de Bolívar, en tanto a sus ideas al respecto se encuentran dispersas en sus cartas (que ascienden a mas de 5000) proclamas, manifiestos, discursos, documentos entre otros.

Y tampoco encontraremos estudios profundos que estudien de manera sistemática este aspecto de la vida del hombre de las dificultades haciendo aún más compleja la labor del análisis.

Las juntas que se van creando en América van desarrollando, en la medida en que se prolonga el dominio napoleónico en la península, un espíritu de unidad. La junta suprema de caracas establecida el 19 de abril de 1810 se pronunciara por la creación de una confederación que reúna a los pueblos americanos; lo mismo hará la junta Patriótica de Chile y de paso discutirá la propuesta hecha por la junta de Buenos Aires de unificar los gobiernos no solo en momentos de guerra, sino también para tiempos de paz y así poder realizar intercambios políticos y comerciales con otros países.

Este será el escenario donde Bolívar iniciara y desarrollara su actividad revolucionaria.

En la noche del 3 al 4 de julio Bolívar brillaría como orador al pronunciar su primer discurso en el seno de la junta. Términos como unidad, libertad e independencia serian medulares e la alocución del Libertador en esta ocasión, no olvida lo que comienza a ser una regularidad en su actuar y pensar, la integración latinoamericana unida al proceso de independencia, no solo de Venezuela sino de todas las colonias españolas en América haciendo un llamado a poner

"sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana"

El libertador continua con su lucha por lograr la independencia de Venezuela y la formación de un bloque de naciones. Se dirige en busca de apoyo al Soberano Congreso de la Nueva Granada el 27 de noviembre de 1812, a la cual expondrá las causas del fracaso de la primera republica Venezolana, y le plantea que:

"la seguridad, la gloria, y lo que mas, el honor de esos estados confederados, exigen imperiosamente cubrir sus fronteras, vindicar a Venezuela y cumplir con los derechos sagrados de recobrar la Libertad de América del sur".

Bolívar enfatiza el hecho de que la lucha por la independencia de la América del sur es un deber de todos los hijos (pobladores) de esas tierras.

No pierde la oportunidad y se dirige al pueblo de la Nueva Granada; comenzaba a descubrir quien era en verdadero protagonista de la revolución. Para ello, hará público un manifiesto donde hace hincapié es la importancia de la unidad continental y lo fructífero con un gobierno central fuerte, porque:

"mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, los enemigos obtendrán las mas completas ventajas".

con el éxito del congreso granadino Bolívar llevará a cabo su campaña Admirable entrando en caracas el 7 de agosto de 1813. Se instaura la segunda republica, la cual solo podrá sostenerse dieciséis meses. Esta republica se distinguirá por haber nacido de la lucha armada y no de una constitución, como la primera.

Es importante señalar que en la medida en que va madurando el pensamiento independentista del libertador, produce una toma de conciencia hacia la búsqueda y logro de la unidad de todas las fuerzas revolucionarias del continente.

Ejemplo elocuente de lo antes expuesto es la carta fechada el 16 de diciembre de 1813 dirigida a Santiago Mariño, jefe de los ejércitos de Oriente, en ella se demuestra cómo Bolívar consideraba que solo la unión en una gran masa de nación permitirá eliminar los conflictos regionalistas, las indisciplinas y los intentos anárquicos que tanto mal ocasionarían a las luchas por la independencia americana, antecedente incluso de la actual fragmentación latinoamericana.

En ella le asegura a Mariño que la división era la forma mas fácil de no poder conquistar no solo la independencia Venezolana, sino la del resto de la América meridional. Su idea de crear un gobierno central fuerte es reiterada en esta misiva planteando que la:

"unión bajo un solo gobierno supremo, hará nuestra fuerza y nos hará formidables a todos".

Perecería la segunda República de los mismos males de la primera, no encontraría apoyo popular, e incluso se daría en esta ocasión un proceso aparentemente contradictorio pero lógico a su vez, la derrota de la segunda republica le permitiría aprender una dolorosa lección: los esclavos temían mas a los mantuanos que al español, representante ciego del sistema colonial impuesto en América, verdadero culpable de todas las tragedias por las que atravesaban estos pueblos.

Bibliografías

Carta al ciudadano General en jefe de Oriente, Santiago Mariño, Valencia, 16 de diciembre de 1813. Simón Bolívar, p 77

Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño, Cartagena de indias, 15 de diciembre de 1812. Simón Bolívar, p. 40.

Discurso pronunciado en la sociedad patriótica de caracas, el 4 de julio de 1811, Simón Bolívar, p 191

Carta al soberano congreso de la nueva Granada, Cartagena, 27 de septiembre dec1812 Simón Bolívar; p. 36

Carta al Illmo. Señor Arzobispo D. Narciso Coll y Prat, Valencia, 8 de febrero de 1814, Simón Bolívar, pp85-86

Reynaldo Rojas, Historiografia y política sobre el tema bolivariano, Barquisimeto: ateneo de Barquisimeto.

Candy Perales

introducción

Bien temprano comprendió Simón Bolívar la existencia de un destino común en los países oprimidos por la metrópoli colonial y la necesidad de unir sus esfuerzos para sacudirse el yugo. Soñó y luchó por la creación de un haz de naciones hermanas, con sus características propias, y con ellas equilibrar el mundo.

El pensamiento del Libertador con respecto a la integración latinoamericana se enmarca dentro del proceso de las luchas independentistas en Hispanoamérica (1810-1825) en los años posteriores al logro de la misma hasta su prematura muerte en 1830, cuando solo contaba con 47 años de edad, por lo que se infiere que sus proyectos e ideas al respecto van a desarrollarse bajo condiciones extremadamente difíciles.

Podremos comprender la riqueza que devela su pensamiento. En primer lugar su denuncia surge desde la moral de la emergencia propia de un continente sometido que reclama por el reconocimiento de su derecho: "un derecho con que la naturaleza lo ha dotado": la libertad. La denuncia a la sociedad europea que se enaltece al reconocerse como único sujeto de la historia, que se reconoce como la acreedora del título de civilización, no ha conocido sino los dictámenes oscuros de una razón empeñada en considerarse legítima, a costas de la ilegitimidad de sus acciones.

En segundo lugar, el sujeto que enuncia ese discurso vuelve sobre si, se "autoafirma" como sujeto y al hacerlo se valora y exige el reconocimiento de su "propia humanidad" y de su "identidad". La conciencia de su ser, la pretendida afirmación del sujeto americano que había comenzado su tarea en la emancipación política, se encuentra ahora ante el conflicto de dar cuentas de su propia identidad, encuentra en su desnudez la complejidad que existe en ese particular modo de ser.

La integración latinoamericana es una idea nacida del calor de la formación de nuestras nacionalidades, es decir, del nacimiento de una conciencia independiente a la impuesta por la metrópolis y enarbolada por un sector importante de los criollos que comienzan a elaborar y a concernir proyectos integracionistas

Acerca de la integración latinoamericana se han realizado importantes investigaciones, pero existe la dificultad de no encontrarse sistematizado, de manera especial, un estudio que compendiera los momentos de su nacimiento, desarrollo, avances y frustraciones.

Este es un reto a cumplir en un futuro no lejano en aras de reivindicar el pensamiento y la acción de todos aquellos que han luchado por tan noble propósito. Por tanto, profundizar en el estudio de tan complejo problema en el pensamiento de bolívar se convierte en una necesidad, fundamental a través de documentos, cartas y referenciando en cada momento histórico la forma de cómo el proceder venezolano asumió la idea de la integración.

Existen interpretaciones nuevas, análisis que revolucionan criterios, enfoques divergentes y bolívar será centro de los mismos por lo que implica su vida, pensamiento y acción no solo para académicos y estudiosos del pensamiento Universal sino por que como bien señala el estudioso de la obra del libertador, el historiador venezolano Reynaldo Rojas, se sigue y se seguirá escribiendo sobre bolívar porque:

"El tiempo de Bolívar que es el tiempo de la lucha anticolonial, no se ha cerrado".

No se puede hacer una valoración del pensamiento integracionista del libertador sin antes sintetizar las principales ideas que sobre el tema se plantearon, en fecha anterior al Libertador, otros pensadores fundamentalmente latinoamericanos. Estas ideas van naciendo en el siglo XVIII, impulsadas por la clase criolla adinerada, pero a partir de 1767, con la expulsión de los representantes de la compañía de Jesús de España y sus colonias por orden del Rey Carlos III, es cuando adquieren mayor fuerza.

Muchos jesuitas eran criollos y se vieron obligados a expandirse en ciudades europeas, siendo Italia la que acogiera el mayor número de ellos.

Desde el exilio forzoso comenzaran a escribir importantes obras que tendrán como temas centrales la justicia política colonial española hacia América y la defensa de la cultura americana, la cual van como parte integrante da la universal, y que va siendo castrada de forma violenta por e poder colonial.

Los jesuitas se destacaban por su vasta cultura en las ciencias matemáticas, naturales y sociales. De hecho, contribuían con sus obras al conocimiento del hombre americano y de la geografía de estas tierras.